“La VIII edición de Poesía en el Laurel rindió un emotivo homenaje a Enrique Morente”
Ángeles Peñalver
Ideal.es. 10 de agosto de 2011
Lagartija Nick, Juan Diego, Luis García Montero, Marina Heredia y Carmen Linares se subieron a las tablas de La Zubia para rememorar «a un amigo»
«Me llevarías por caminos y por montes, donde tú alumbras campos de amores, campos de luces y de corazones». Con esos versos del cantaor Enrique Morente (Granada, 1942-Madrid, 2010), aún muy presente en la vida y en la memoria de su ciudad natal, se abrió la VIII edición de Poesía en el Laurel, en boca de su organizador, Pedro Enríquez. Pertenecían al poema ‘La Estrella’ y daban título a la velada ‘Donde tú alumbras’, que se convirtió en una emotiva reunión de los amigos –poetas y cantantes– que el artista ha dejado atrás.
El público, unas 700 personas, llenó las butacas de los Jardines San Luis el Real y las hermanas mercedarias se asomaron a las ventanas del edificio para no perderse una de las noches fundamentales de la cultura granadina. Soleá Morente, hija del homenajeado, subió al escenario muy emocionada para agradecer las innumerables muestras de amor que ha recibido la familia desde la muerte del creador. «Lo más bonito que me ha pasado en la vida es conocer a mi padre. Él tenía mucha gratitud. En su nombre, muchas gracias», terminó con lágrimas en los ojos y seguida de un gran aplauso.
En las butacas, guitarreros de la ciudad, aficionados al cante y a las letras oían de fondo la voz de algunos de los flamencos que se preparaban para salir al final de la velada. Pero interrumpió en escena Lagartija Nick que, con su potentísimo thrash metal, recordó dos temas del disco ‘Omega’, grabado junto a Morente en el año 96. ‘Ciudad sin sueño’ y ‘Vuelta de paseo’, en el que suena la escalofriante ¡Asesinado por el cielo!, avivaron el recuerdo y la ausencia. «Imposible olvidarte, Enrique», dijo Antonio Arias antes de dejar vacío el escenario.
'Elegía a Ramón Sijé'
Un trémulo Juan Diego, íntimo del cantaor, ocupó entonces todas las tablas para recitar ‘La elegía a Ramón Sijé’, de Miguel Hernández. Los versos ‘Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte, a dentelladas secas y calientes’ sacudieron a los presentes y Soleá no pudo evitar levantarse del asiento y abrazar a quien fuera compadre de su ya desaparecido progenitor. Ya lo había anticipado la presentadora, la periodista Primi Sanz, las lágrimas y las risas iban a correr por los rostros de los presentes.
El director José Sánchez Montes y Tato Rébora, dueño del local la Tertulia, donde tantas noches pasó el autor de ‘El pequeño reloj’, rememoraron algunas anécdotas junto a él en las que evidenciaron su sentido del humor y su pasión por el tango y la fusión de culturas.
Luis García Montero, a cuya última clase en la Universidad de Granada acudieron Morente y su hija Soleá, sorprendió con un maravilloso poema inédito que comienza con un rotundo ‘Tú me oyes Enrique’. El Premio Nacional de Literatura reconoció que el flamenco le había enseñado a distinguir entre pureza y puritanismo y tradición y tradicionalismo. Con sus versos demostró que aunque «la muerte de Enrique nos dejó a todos sin palabras», el tiempo, poco a poco, hace que éstas vuelvan a fluir. «La muerte no puede interrumpir una cita», sentenció.
La cita, en cuyo programa de mano se incluyeron pinturas de Aurora Carbonell, viuda de Morente, también contempló la estrecha relación que tuvo el artista con la canción de autor. Enrique Moratalla interpretó un precioso ‘Chiquilín de Bachín’, acompañado por una guitarra y un violín. «Él viajó a muchos universos, y a uno de ellos llevado por la admiración hacia Astor Piazolla», apostilló el cantante, al que siguió Raúl Alcolver, con una personalísima versión del ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejías’, dedicado por Lorca al torero. Ese ‘Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura’ iba esta vez dedicado al granadino, aficionado a los toros.
Al final de la noche, alumbrados e inspirados por Enrique Morente, llegaron en cascada los cantaores. Entre ellos destacaron El Parrón, Antonio Campos y Juan Pinilla, que hizo dos cantes de Levante. Marina Heredia, muy guapa, interpretó magistralmente dos cantes, una malagueña y unos tangos que remató en recuerdo a un maestro que dejó a muchos huérfanos en el arte un fatídico 13 de diciembre.
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“Celebrando a Morente”
A.F.R.
Granada Hoy. 10 de agosto de 2011
La VII edición del ciclo Poesía en el Laurel arrancó anoche con un acto que unía música, poesía y flamenco en recuerdo al artista granadino que revolucionó el flamenco y lo difundió alrededor de todo el mundo.
Entre amigos se celebró anoche la vida del cantaor, compositor, renovador del flamenco y gran persona Enrique Morente. Con los jardines del convento de San Luis el Real en La Zubia como escenario, el primer día del ciclo de Poesía en el Laurel empezó dedicado al artista.
"Me llevarías por caminos y por montes, donde tú alumbras campos de amores, campos de luces y corazones". De este párrafo de la canción Estrella del cantaor se escogió el nombre del acto, Donde tú alumbras. A Enrique Morente, en el que no se homenajea, sino que celebra la persona y arte del artista.
Pasadas las 21.30 horas comenzó un acto en el que se repasaron los palos del arte que Morente tocó. Una fusión que Pedro Enríquez, responsable del ciclo Poesía del Laurel, definió como "un arco iris completo de las partes que él, durante toda su obra, ha estado siempre trabajando; el cine, ser cantautor, la poesía, la fusión de música y la parte flamenca, que era tan importante".
En esa combinación de arte, Lagartija Nick mostró el resultado de la mezcla de flamenco, poesía y música rock que tanto apreciaba el cantaor granadino.
Morente dio voz a poemas y a autores, por ello, en el acto, la prosa y la poesía no podían faltar. Grandes amigos del artista como el actor Juan Diego; José Sánchez Montes, director del festival Cines del Sur y con quien trabajó en Morente sueña la Alhambra; y el poeta Luis García Montero se encargaron de representar a la palabra esa noche.
La faceta de cantautor fue personificada por los artistas Enrique Moratalla y Raúl Alcover. Y, por supuesto, el flamenco más puro llenó el lugar. Juan Pinilla, Antonio Carbonell, Jaime Heredia el Parrón, Marina Heredia, Carmen Linares y Pepe Montoyita mostraron todo su arte en el escenario. A la guitarra estuvieron Miguel Ángel Cortés y Paco Cortés.
La familia también estuvo presente en el acto a través de Soleá Morente, hija del cantaor, que dio buena cuenta de la intensidad de cada momento.
La palabra homenaje no se utilizó, tal y como dijo Pedro Enrique "Donde tu alumbras, es una celebración de la alegría, la celebración de la amistad". "La gente que pasa por esta vida iluminando es la que verdaderamente deja huella. Morente ha sido una persona generosa, valiente... Quedará como uno de los genios de este siglo".
Tras más de una hora y media de actuaciones se cerró el primer martes de la VII edición del ciclo Poesía en el Laurel. Finalizó una celebración, una reunión de amigos y también de desconocidos que tienen en común el aprecio por el arte del genio granadino Enrique Morente.
Fotografía: Antonio Conde
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