Manuel Martín Martín
El Mundo. 29 de noviembre de 2010
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"A modo de esperanza"
El Mundo. 29 de noviembre de 2010
Recaudar fondos para que la esperanza no se aleje de la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Andalucía (Andex), era el objetivo de Miguel Poveda, que si meses atrás inauguró la Bienal de Flamenco ante 9.000 personas en la plaza de toros, ahora coloca en el Teatro de la Maestranza el cartel de no hay billetes desde el mismo día en que se pudieron las entradas a la venta.
Poveda se ha ofrecido con el poema de José Ángel Valente, 'A modo de esperanza', y ha rendido honores a la infancia desde los ángulos más diversos, pues si primero le ganó la batalla al desaliento con la nana y la liviana, luego iría entrelazando la genialidad de sus cantes con los de sus invitados hasta formar el rosario ideal para resucitar la esperanza.
Así, ya fuese con Arcángel en la soleá apolá o por tangos de Triana y Granada con Marina Heredia, el artista de este tiempo le asestó el mayor zarpazo que un flamenco ha dado a la impotencia de una enfermedad que tantos estragos ha hecho entre sus compañeros de profesión.
Y como la mejor medicina para mirar hacia adelante es mirarse a sí mismo, Poveda aplicó las medidas que correspondían, esto es, convocó a Kiko Peña y Diego Carrasco para que sentaran cátedra por bulerías, y a un referente como Rancapino para que la maestra Matilde Coral hiciera del arte de las alegrías un patrimonio de vida.
Amargós tejió, igualmente, una cortina musical en torno a 'El cant dels Ocells', y a partir de ahí la criaturización de la melodía con Poveda, que enlazó una cadena de coplas con 'Aurora', 'Coplas del querer' o 'Vente tú conmigo', eslabones que lograron que el imposible cediera ante la esperanza.
Poveda, con todo, tenía muchas más sorpresas, como la de La Susi, con quien cantó esos 'Ojos verdes' que incrementan la fe en la propia existencia. Pasión Vega también contribuyó 'A ciegas' a que los niños tuvieran acceso a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida digno, y al cierre, después de poner música a 'No volveré a ser joven', de Gil de Biedma, un fin de fiesta porque esperanza es también saber esperar.
Perspectivas de vida para quienes el futuro es el presente, era, pues, la proclama de un Miguel Poveda que no sólo abrió así un frente común para ayudar a estos niños y a sus familias a recuperar la salud y el equilibro en sus vidas, sino que reforzó su compromiso moral ante el necesitado hasta convertirse en la esperanza de la esperanza.
Ficha artística:
Espectáculo: 'A modo de esperanza', de Miguel Poveda. Invitados: Matilde Coral, Rancapino, Joan Albert Amargós, Pasión Vega, Moraíto, Diego Carrasco, Arcángel, Marina Heredia, La Susi, Kiko Peña, Jesús Guerrero, Paquito González, Carlos Grilo y El Lúa. Lugar y fecha: Teatro de la Maestranza. 28 de noviembre de 2010.
Calificación: Cuatro estrellas.
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"A modo de esperanza"
Alberto García Reyes
ABC Sevilla. 29 de noviembre de 2010
Poveda cantó para que la salud se haga fuerte en los niños y el cáncer muera en sus cuerpos sin robarles ni una pizca de vida
El drama nos espabila. Nos zarandea para despertarnos de la rutina. La queja ensordece lo que está debajo de nuestra armadura. Hasta que oímos lo que siempre nos pareció silencio y vemos lo que nunca tuvo forma para nosotros. Andex es uno de esos deshipnotizadores que nos ponen la verdad ante nuestros ojos para que los abramos de una vez por todas. Anoche esa verdad se llamó Miguel Poveda. Su grito vino a llamarnos la atención para que en adelante oigamos las súplicas de quienes están teniendo que cruzar el terrible vado escarpado de la enfermedad sin haber alcanzado aún el uso de la razón. No fue un alarido desesperado, sino más bien un ruego sereno, incluso festivo, para que entendamos que no hay males ajenos. El mal de un niño, cualquiera que sea, nos afecta a todos. Y Poveda nos regaló un mensaje de esperanza en el crudo escenario de los que no tienen más ambición que firmar las escrituras del mayor patrimonio humano: la salud.
Cuando el cantaor visitó la planta de oncología infantil comprendió que su voz tenía que hacerse oír por ellos. Dice que la causa ya le conmovía, pero después de haber tratado a los chiquillos en aquellos corredores y haber detectado su pavorosa vulnerabilidad, sufrió la sacudida interior que le ha llevado hasta la Maestranza de Sevilla y seguirá arrastrándolo hasta otros actos de esta calaña. Le acompañaban en aquel viaje por el hospital María Luisa Guardiola, Carmen Tello y Curro Romero, a quien la causa le ha marcado tanto que hasta se retiró en La Algaba después de torear a beneficio de los niños. Así que anoche Poveda cantó como cantaban los flamencos primigenios. Por necesidad. Herido en su conciencia e hiriendo las nuestras. No por solidaridad, sino por justicia. Juntó en las tablas un elenco imposible, que jamás volverá a repetirse porque no hay dinero en el mundo para pagar eso, y logró demostrar que los flamencos siguen lanzando su ay al mundo cuando el mundo lo necesita. Porque ese ay es patrimonio de la humanidad desde que nació, no desde que lo han bautizado en la Unesco. Rancapino, Matilde Coral, Arcángel, Marina Heredia, La Susi, Moraíto, Diego Carrasco, Pasión Vega y Joan Albert Amargós rodearon a Miguel Poveda en una fiesta donde no hubo estertores, ni agonías. Sólo hubo un beso en la frente blanca de los niños y un abrazo a la pena negra de sus padres. Para que el camino siga poniéndose a sus pies. Para que la vida no sea un antojo del destino. Para que la salud se haga fuerte en sus cuerpecitos y el hospital quede en una simple anécdota de aquellos tiempos difíciles de memoria alopécica. Para que quienes estén dispuestos a luchar sepan que no están solos. Que aquí estamos preparados para echar una mano todos los que hemos captado el mensaje de Andex en la voz de Poveda. A modo de esperanza.
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